La posada del pinar

La Boda de Natalia y Alberto

Grupo la Toja, y la música corrió a cargo de DiscoShow Espectáculos. Como los novios habían cerrado la Posada para que sus invitados durmieran en ella (muchos incluso aprovecharon el fin de semana y vinieron a dormir el viernes), la ceremonia civil y el cocktail se colocaron en las terrazas de la Posada. La ceremonia se decoró en tonos naranjas y amarillos, que era el color predominante de la boda. Imagen A modo de altar colocamos una jaima blanca con cortinas blancas que se movían con la brisa del viento. Imagen Imagen Imagen La entrada de la novia con el padrino, bajando por la cuesta de la biblioteca, fue realmente espectacular. Imagen En cuanto terminó la ceremonia civil, los invitados subieron al porche de la terraza para disfrutar del cocktail mientras los novios se hacían su reportaje fotográfico en las terrazas. Imagen El día tenía tanta luz y los invitados estaban tan a gusto que decidimos ampliar un poco el cocktail, haciéndolo más largo de lo habitual. Imagen Como hacía tanto calor, esa misma mañana Mónica decidió montar una barra de sangría fresquita durante el cocktail, y la colocamos en uno de los puestos temáticos. Tuvo muchísimo éxito y a los invitados les encantó la idea de poder refrescarse de una forma tan original y que podían servirse ellos mismos. Imagen Después del cocktail, los invitados bajaron al Pabellón, donde se celebró el banquete de bodas. Para la mantelería, los novios escogieron la color albero, que quedó muy alegre, elegante y a juego con la ceremonia civil. Además, esta mantelería ¡se estrenaba en la Posada! Imagen Imagen Imagen Los centros de flores eran preciosos, de flores silvestres y muy coloridos en tonos naranjas y morados. Imagen Y la minuta era el abanico (muy apropiado para el día de calor), decorado con flores naranjas y rojas. Imagen Durante el banquete, los invitados decidieron sorprender a los novios con un Flash-mob, que quedó divertidísimo (las amigas de la novia se inspiraron en este para organizar el suyo) y ayudó a la gente a prepararse para la barra libre, que se celebró en el Palomar. Para guardar un recuerdo de la boda, los novios, huyendo del clásico libro de firmas, decidieron hacer ellos mismos este árbol de huellas tan original, donde los invitados tenían que dejar su huella dactilar con su firma al lado. ¿No os parece precioso? Imagen Y por nuestra parte no nos queda más que felicitar a los novios y al pequeño Aitor y desearos a los 3 una feliz luna de miel!!! Espero que vengáis a vernos a la vuelta aunque se seguro que nos veremos muy pronto! Imagen La Posada Real del Pinar www.laposadadelpinar.com]]>