Grupo la Toja y de la música se ocupó una vez más, DiscoShow Espectáculos, aunque en la ceremonia civil la música corrió a cargo de unos músicos que tocaron en directo, mientras la novia le cantaba al novio en plena ceremonia, para sorpresa de Enrique. La ceremonia civil se montó en los jardines del Palomar, donde el día anterior habíamos estudiado el lugar exacto en el que poner las sillas para que los invitados estuvieran en la sombra durante la ceremonia. Como la boda estaba decorada en tonos rosas, se puso una moqueta fucsia que le dio un toque espectacular entre el verde del jardín. 
La llegada de la novia del brazo del padrino con música en directo y las damitas de honor que llevaban los anillos. 
Vista de la ceremonia desde el Pabellón. 
El cocktail se celebró en la terraza del Palomar donde se pusieron mesas con sillas para que los invitados pudieran sentarse, porque los novios querían un cocktail largo para que ellos tuvieran tiempo de hacerse fotos con todos sus invitados. 
Los puestos temáticos los colocamos en la pared del Palomar, para que se aprovechara todo el espacio de la terraza y dar sensación de amplitud. 
En cuanto al banquete, estuvimos dudando muchísimo si colocarlo en el Palomar o en el Pabellón ya que nos daba miedo que por el número de invitados que eran el Pabellón quedara demasiado vacío. Sin embargo, los novios tuvieron la idea de hacer una mesa en U, y que todos los invitados se sentaran juntos. Al final, decidimos montarla en el Pabellón, con un tablero doble, haciendo una gran mesa en mitad del salón y un gran bodegón de velas a la entrada. El resultado fue espectacular y desde luego una buenísima idea para bodas familiares. 
Los novios decidieron no poner Protocolo, sino que cada sitio en la mesa tuviera el nombre de un invitado, y así sentaron a la familia más cerca de ellos y a los amigos y gente jóven en los brazos de la mesa. Los centros eran de lirios blancos y paniculata. 
Las amigas de la novia trajeron el día anterior unos carteles hechos por ellas mismas para animar la barra libre y las fotos del photocall. Me pareció una idea divertidísima. 
Y los novios pudieron hacerse su reportaje fotográfico en los jardines de la Posada al atardecer, ¡con los pavos reales curioseando a su lado! Una vez más, muchas gracias por haber confiado en nosotros y espero que nos podamos volver a ver pronto. 
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