Bodas a Mares es visitadísimo. Aún así han sido unos novios ejemplares, que se han dejado aconsejar pero plasmando su personalidad y sus ideas en la boda. Unos novios maravillosos de Castronuño que han querido que la temática de la boda girara en torno a su pueblo y una boda estupenda llena de gente con ganas de pasarlo bien. 
En esta ocasión el cocktail se celebró en los jardines del Palomar, y como hacía taaaanto calor, decidimos montar a última hora un puesto de sangría con hielo que trinfó entre los invitados. También había un puesto de quesos y el cortador de jamón. La comida estaba riquísima, obra del Catering La Toja, con un lechazo de muerte! 
El protocolo se montó sobre grandes cajas llenas de flores con unas láminas preciosas de imágenes de Castronuño. 
La mantelería que escogieron era la blanca con estrellas plateadas y marrones. Al ser una boda de noche, bajamos la intensidad de las luces al máximo y llenamos las mesas con velas, el resultado era precioso! 
Los centros de flores, en alto y con rosas blancas eran ideales. 
Uno de los detalles originales de esta boda que me encantó es que en cada sitio había una tarjeta con un boli para que los invitados dejaran su mensaje. Después había un libro de firmas donde los invitados pegaban esa tarjeta escrita. ¡Me parece muy buena idea para que todo el mundo deje su mensaje! 
Para la barra libre, los novios contaron con la profesionalidad de Discoshow Espectáculos que mantuvieron a los invitados bailando hasta las 6 de la mañana. Os dejo una foto preciosa de los novios paseando por los jardines de la Posada. No se ve bien en la foto pero la novia estaba GUAPÍSIMA y los dos muy emocionados. ¡Así da gusto! Muchas felicidades parejón!!! 
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