El día acompañaba ya que hizo una temperatura perfecta, y ya empiezan a salir los colores del otoño que tanto me gustan. 
La entrada de la novia a la ceremonia fue de los momentos más emotivos de la boda. 
El protocolo, precioso, se montó sobre muebles antiguos, añadiendo unas zapatillas de ballet que aportó la novia. 
El cocktail se celebró en las Terrazas de la Posada, decoradas con mantelería fucsia preciosa. 
El pabellón estaba espectacular para una boda de día, con manteles de flores intercalados con verde pistacho y centros de flores silvestres. 
Del Catering se ocupó una vez más el Grupo la Toja, que sirvió un lechazo espectacular del cual todos los invitados hablaron. Para el baile contaron con la experiencia de DiscoShow Espectáculos que llenaron la noche de magia y sorpresas! ¡Muchísimas felicidades a esta increíble pareja! 
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