maitre. Os sorprenderá saber la cantidad de cosas que están en sus manos y lo importantísimo que es que esta persona sea profesional y tenga experiencia ya que es la que hará que vuestra boda sea todo un éxito o un fracaso. El maitre se ocupa por ejemplo de coordinar a los camareros. Si contáis la cantidad de camareros que hay en una boda, veréis que no es tarea fácil, ¡sobre todo teniendo en cuenta que cada boda es un mundo!. Aunque lo normal es que los camareros sean los mismos de una boda a otra, puede ser que haya alguno nuevo. El maitre distribuye a cada camarero en una mesa, y les instruye antes de que lleguen los invitados acerca de las particularidades de esa boda en concreto. El maitre debe controlar los tiempos de los pinchos en el aperitivo. Si es un día de mucho calor, sacar mucha bebida al principio, sobre todo cerveza. Si hace frío, reforzar el vino tinto. Si los invitados se han retrasado al llegar a la Posada, sacar comida rápidamente ya que llegarán con hambre… También debe sincronizar los tiempos de la cocina dependiendo de cómo se esté produciendo el banquete. A veces los invitados hacen proyecciones entre platos, o los novios hacen un baile o entregan regalos… y eso retrasa la salida de los platos. El maitre debe estar atento para que la comida se sirva en el momento exacto, en su punto justo. Además, también debe conocer las particularidades de cada mesa. Si hay alérgicos, si hay niños… El maitre debe tratar estas diferencias con naturalidad, para que todos los invitados se sientan igual de especiales con independencia de sus menús. También es el encargado de controlar los tiempos de la boda. Cada boda es un mundo y no hay pautas escritas en este sentido. Si hace un día impresionante y los invitados están disfrutando el cocktail, el maitre decide ampliarlo. Si ve que los invitados están cansados y quieren pasar ya al comedor, agiliza el traslado para que se haga rápidamente. El maitre debe guiar a los novios por los tiempos de su boda. Debe indicarles cuándo debería empezar al baile, y cuándo deberían entrar en el Pabellón porque están los invitados esperando. Es la persona que une a los novios con la cocina y los novios deben confiar en su experiencia y dejarse llevar. Si hay cualquier imprevisto (un invitado aparece por sorpresa y hay que poner un sitio más, unas amigas se han peleado y hay que cambiarlas de mesa etc..), los novios deben decírselo al maitre, y él se ocupa de solucionarlo rápidamente. En la Posada, por parte del Grupo la Toja, el maitre es Francisco. Lo mejor que tiene, además de su amplísima experiencia, es que nunca jamás le he visto perder ni los nervios ni la sonrisa y siempre hace que todo sea fácil. Las bodas con Francisco fluyen de forma natural y hacen que los novios se preocupen de lo que deben: de disfrutar del día más importante de sus vidas. De todo lo demás, ya se ocupa Francisco. 
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