Los novios prepararon bolsitas de arroz y pétalos naturales para que sus invitados se los lanzaran al final de la ceremonia. Como fue un día de mucho calor, se decidió hacer el cocktail en los jardines del Palomar, aprovechando que hay más sombra y hace un poco menos de calor. Mirar que sorpresa tan preciosa les prepararon a los novios: ¡objetos suyos de cuando eran pequeños! ¡Los habían guardado todo este tiempo! El Pabellón estaba muy bonito con la mantelería azul marino combinada con la estampada. Al ser una boda de noche llenamos los centros altos de velas y bajamos la intensidad de la luz y quedaba precioso. ¡Me encantan los centros altos! Muchísimas felicidades a esta pareja de novios tan especial que no olvidaremos nunca. Sabemos que están felices en tierras lejanas, ¡a disfrutar y a descansar! ]]>