Catering el Laurel, que sirvió un cocktail en las terrazas de la Posada con cortador de jamón y puesto de pintxos, recordando los orígenes vascos del novio.
El protocolo se montó sobre una puerta con verja de gallinero.
Se retiró toda la decoración del Hall del Pabellón dejando un espacio diáfano, y en el Pabellón las mesas se montaron con mantelería beige y marfil, muy elegante y sencilla.
Los centros de flores eran silvestres a distintas alturas que daban un toque de color a las mesas.
Os dejo una foto de la minuta, también sobria y elegante.
En cuanto al baile, la animación corrió a cargo de DiscoShow Espectáculos y los novios decidieron forrar la barra de madera con manteles.
Y por último os dejo una imagen de estos súper novios a los que nunca olvidaré!
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